Han
pasado ya unos cuantos meses desde que comencé mis clases online de
chino (aquí os informaba sobre ello) y ya puedo daros una opinión más o
menos clara de mis impresiones hasta ahora. Antes de nada,
he de aclarar que las clases son totalmente gratuitas gracias a una beca
concedida por la empresa, a la cual le estoy totalmente agradecida por
esta oportunidad.
Esta es
la primera vez que tengo clases online, y estas se desarrollan a través
de la plataforma Second Life, la cual permite crear un personaje y
controlarlo en un espacio creado específicamente para el curso, con
aulas y edificios que recrean la estética oriental. En este sentido, es
muy atractivo visualmente y contribuye a crear la impresión de que estás
en una clase de verdad.
Las
clases duran una hora y media y consisten o bien en la realización de
ejercicios, o bien en explicaciones de gramática con la interacción de
los alumnos, que deben construir frases para comprobar que han
comprendido bien la explicación gramatical. También se fomenta la
expresión oral, aunque no se han tenido los resultados esperados.
En
general podría decir que el sistema no acaba de convencerme. En primer
lugar, tenemos los problemas técnicos que normalmente se derivan de unas
clases de este tipo y que están muy relacionados con el programa Second
Life, que requiere de una conexión a internet perfecta (lo cual no
suele ser habitual…).
En
segundo lugar, no es una clase presencial y aunque no estamos todos los
alumnos que en su día fuimos admitidos, somos bastantes como para poder
disfrutar de un aprendizaje más personalizado. Pienso que precisamente
por no ser presenciales las clases, esto plantea mayores problemas de
concentración y de compromiso con el aprendizaje. Digamos que es más
fácil evadirse y no sentir que tienes tanta responsabilidad como en una
clase donde conoces personalmente al profesor.
En tercer
lugar, desde un principio se recalcó que la expresión oral era una
parte fundamental del curso y así lo entendía yo también. Sin embargo,
desde la primera clase, bien por vergüenza, bien por “pasotismo” (en la
línea de lo que comentaba en el segundo punto), la participación oral ha
sido bastante escasa y tampoco se ha creado una dinámica que la
fomentara específicamente, por lo que en ese plano podríamos decir que
no ha sido un éxito. Afortunadamente, la participación escrita a través
del chat siempre ha sido muy alta, lo que ha permitido que las clases
funcionaran, y opino que mientras el método de enseñanza sea el mismo,
es fundamental que la participación escrita tenga un peso importante
(hemos de tener en cuenta que no estamos en un nivel avanzado).
Ante
estas impresiones decidí pasarme hace un par de semanas por una de las
clases del grupo preinicial para comprobar si estos problemas se
derivaban de mi clase en particular o si eran un problema propio del
método, y pude ver que la dinámica de dicha clase era exactamente la
misma que la mía.
Actualmente
tengo una profesora nueva, lo cual puede ser positivo a largo plazo,
pero por el momento está resultando algo difícil porque me había
acostumbrado a la forma de dar clases de la otra profesora. Os informaré
con más detalle al final del curso de mis conclusiones finales y mi
intención o no de repetir la experiencia el próximo curso.
Actualización: La clase del pasado martes fue realmente inspiradora. La profesora está haciendo hincapié en el tema de los hanzi y eso me parece un punto fundamental. :)
Actualización: La clase del pasado martes fue realmente inspiradora. La profesora está haciendo hincapié en el tema de los hanzi y eso me parece un punto fundamental. :)
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